EE. UU. critica a Irán por priorizar el financiamiento del terrorismo sobre las necesidades de su pueblo

El Departamento de Estado de EE. UU. ha emitido un comunicado en el que acusa al régimen iraní de priorizar el financiamiento de lo que considera "terrorismo" y "desestabilización" regional sobre las necesidades básicas de su población.
El comunicado fue publicado a través de la cuenta oficial en persa del Departamento en la plataforma "X", donde se analizan las crisis internas que enfrenta Irán.
En el documento, se afirma que "Irán está sufriendo debido a la corrupción y la incompetencia de su administración, lo que ha llevado a una crisis económica, inflación y una crisis de agua que amenaza con imponer un sistema de racionamiento nacional, poniendo en riesgo a millones de familias en Teherán con la posibilidad de evacuar la ciudad".
El tono del comunicado se intensifica al acusar al régimen de ignorar estas crisis, afirmando que "en lugar de abordar estas necesidades, el régimen ha enviado mil millones de dólares a Hezbolá, priorizando el financiamiento del terrorismo sobre el bienestar del pueblo iraní".
El comunicado concluye señalando que "el pueblo iraní merece un liderazgo que se preocupe por su salud y bienestar, no un régimen que sacrifique su bienestar por objetivos destructivos".
Estas declaraciones se producen tras los comentarios del presidente iraní Masoud Bezhakian, quien advirtió sobre las consecuencias de la crisis del agua, señalando que "si no llueve hasta diciembre, podríamos tener que implementar un sistema de racionamiento y enfrentar la necesidad de evacuar Teherán".
Las afirmaciones de Bezhakian generaron un debate interno, con algunos considerándolas "exageradas" y otros viéndolas como una advertencia realista sobre la gravedad de la situación.
En respuesta a las críticas, la portavoz del gobierno iraní, Fatemeh Mohajerani, aclaró que "las declaraciones del presidente no implican una decisión de evacuar Teherán, sino que buscan advertir sobre la gravedad de la crisis del agua".
Mohajerani también intentó calmar los temores, afirmando que "aunque se puedan expresar palabras que sugieran la necesidad de abandonar la capital, no es así".
Esta discrepancia entre las advertencias de EE. UU. y las respuestas de Irán refleja la profunda división en sus perspectivas, mientras Teherán enfrenta el desafío de gestionar la crisis del agua y la infraestructura deteriorada, además de la presión internacional por sus políticas en la región.
Mientras Washington sostiene que Irán prioriza el financiamiento de sus operaciones en el extranjero a expensas de su población, Teherán defiende que estas acciones son parte de su seguridad nacional y no contradicen sus esfuerzos internos para abordar las crisis ambientales y económicas.
