Cuatro países árabes enfrentan riesgo de hambruna, advierten la FAO y el PMA

Dos agencias de la ONU emitieron hoy, miércoles, una advertencia sobre el empeoramiento de la crisis alimentaria en diversas áreas de conflicto a nivel global, señalando que millones de personas están en riesgo de hambruna a causa de la disminución de la financiación humanitaria.
En un informe conjunto, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) identificaron a cuatro países, incluyendo Yemen, Haití, Malí y Sudán del Sur, como aquellos que enfrentan un "riesgo inminente de hambre catastrófica", la fase que precede a la hambruna.
El informe también destacó que la situación en otros seis países —Afganistán, República Democrática del Congo, Birmania, Nigeria, Somalia y Siria— es "extremadamente preocupante", advirtiendo que la reducción de la ayuda internacional podría llevar al colapso de las redes de asistencia que son vitales para millones de personas necesitadas.
El comunicado indicó que la falta de financiación ha resultado en la reducción de las raciones alimentarias y ha limitado el acceso de los grupos más vulnerables a los alimentos, mientras que la ayuda alimentaria para los refugiados se encuentra en un estado de "casi colapso".
Ambas organizaciones hicieron un llamado a la comunidad internacional para aumentar el apoyo financiero urgente, ya que hasta finales de octubre solo se habían recaudado 10.5 mil millones de dólares de los 29 mil millones necesarios para satisfacer las necesidades humanitarias de 2025.
Qu Dongyu, director general de la FAO, subrayó que "prevenir la hambruna no es solo una obligación humanitaria y ética, sino también una inversión a largo plazo en la paz y la estabilidad", enfatizando que alcanzar la seguridad alimentaria no será viable sin "una paz sostenible".
Esta advertencia se produce en un contexto de contracción global de la ayuda exterior, tras recortes en el apoyo humanitario por parte de Estados Unidos y otros países donantes en los últimos años, lo que ha intensificado el sufrimiento de millones afectados por conflictos y crisis económicas.
