El Secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Basset, afirmó que las nuevas sanciones impuestas a Rusia representan una "máxima presión", subrayando que Washington es capaz de reducir significativamente las ganancias de Moscú en el sector petrolero.
En un comunicado oficial, Basset explicó que las medidas están dirigidas a las dos principales empresas rusas en el sector energético, que son "Rosneft" y "Lukoil", junto con sus instituciones afiliadas, como parte de la respuesta a la continuación de las operaciones militares rusas en Ucrania.
El ministro añadió que Estados Unidos insta a sus aliados a unirse a estas sanciones, afirmando que ha llegado el momento de detener la matanza y llegar a un alto el fuego inmediato.