El gobierno británico impuso hoy jueves nuevas sanciones a Ali Akbar Ansari, el destacado banquero y empresario iraní, debido a su implicación en proporcionar apoyo financiero directo a las actividades de la Guardia Revolucionaria iraní, según lo anunció el Ministro de Estado británico para Asuntos de Oriente Medio, Hamish Balfour.
Balfour describió en su declaración oficial las actividades de la Guardia Revolucionaria como "represivas y hostiles", afirmando que el Reino Unido "no tolerará sus amenazas y no dudará en tomar medidas enérgicas contra él". Las sanciones impuestas a Ansari incluyen la congelación de sus activos dentro del Reino Unido, la prohibición de gestionar empresas y la restricción de viajes.
Ansari es uno de los principales accionistas del banco iraní "Ayandeh", que fue recientemente disuelto por el banco central iraní debido a enormes deudas y violaciones regulatorias. El banco enfrentó dificultades financieras tras financiar el proyecto "Irán Mall", uno de los mayores centros comerciales de Oriente Medio, ubicado en la capital Teherán.
Este paso forma parte de una campaña británica en aumento contra las redes de financiamiento vinculadas a la Guardia Revolucionaria iraní, que el año pasado incluyó sanciones a unidades militares iraníes y figuras prominentes, tras el ataque iraní a Israel en abril pasado.