Irán ante una crisis de sed sin precedentes.. Racionamiento de agua en la capital Teherán se acerca en medio de advertencias sobre posibles evacuaciones
November 8, 2025135 VistasTiempo de lectura: 2 minutos
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Las autoridades iraníes anunciaron el sábado su intención de comenzar a racionar el agua en la capital Teherán, que alberga a más de diez millones de habitantes, en medio de una ola de sequía considerada la peor en décadas. El ministro de Energía, Abbas Ali Abadi, dijo a la televisión oficial que el racionamiento de la distribución, aunque «molesto», es necesario para reducir el desperdicio y controlar el consumo.
Datos anteriores de funcionarios mostraron que el nivel de lluvias durante octubre fue el más bajo en casi 100 años. Con la disminución de los flujos de agua de las represas, los embalses que alimentan la capital han registrado sus niveles más bajos en décadas, según confirmó Mohsen Ardakani, director general de la Compañía de Agua de Teherán.
El presidente iraní insinúa la opción de evacuación
El presidente iraní, Masoud Bezhakian, advirtió hace semanas que la capital podría enfrentar un escenario de «evacuación poblacional» si el país no experimenta lluvias antes de fin de año. Dijo que el racionamiento comenzará entre finales de noviembre y principios de diciembre, añadiendo que incluso con el racionamiento, y en ausencia de lluvias, el agua se agotará realmente.
Cortes ya frecuentes
Teherán ha vivido durante los últimos meses amplias interrupciones de agua durante el verano, acompañadas de cortes diarios casi constantes de electricidad debido al intenso calor. Además, el gobierno se vio obligado en julio y agosto a declarar días festivos oficiales en la capital para aliviar la presión sobre el consumo de agua y energía.
Crisis prolongada que se complica
A pesar de que el país suele experimentar más lluvias durante el invierno, la gran disminución este año ha hecho que las repercusiones de la crisis de sequía golpeen a la capital de manera más intensa y sensible que en el resto de las provincias. La crisis actual, como la describen los medios de comunicación oficiales, es una de las crisis de agua más profundas que Irán ha conocido en décadas, en medio de una total falta de claridad sobre cómo se manejará el escenario de evacuación si realmente ocurre.
